Una libélula que pierde sus alas
Al parecer me he enterado un poco tarde de la muerte de una de las imágenes mas impactantes y hasta cierto punto altruista de los últimos años, pues bien, hablo de Isabelle Caro, la modelo que presto su imagen para una campaña contra la bulimia y la anorexia en parís, un mensaje que se esparciría por todo el mundo para crear un impacto en aquellas personas que están en un proceso de identificación. Honestamente no puedo decir que estoy en contra de la anorexia; de la bulimia tal vez, me causa mucho asco, pero bueno, como les decía no estoy ni a favor ni en contra de la anorexia, en estos tiempos en donde lo único que vale la pena es el compromiso que uno tiene consigo mismo, nadie puede pararse a juzgar a las personas y decirles como vivir su vida; hace algún tiempo practique la anorexia por mas de un año y medio fue divertido y lo disfrute y lo sufrí como cualquier cosa en la vida, me identifique con una imagen esquelética, llena de una apatía inquietantemente encantadora y seductora, y después de un tiempo mi visión sobre lo que quería ver frente al espejo cambio, así sin mas. Solo cambio un modelo de estética, pero mi opinión sobre las personas que se metían y opinaban para decirme que dejara mi afición por las delgadas lineas en mi cuerpo sigue siendo la misma…uno es libe de hacer lo que quiera con el cuerpo que nos acompaña y muchas veces nos atrapa y en este caso, hacer lo posible por reflejar lo que somos y sentimos… ¿como puedo apoyar a un transexual que cambia su sexo, a una mujer que se estira la cara o a un hombre que se mata en el gimnasio, y no dar el mismo respeto a una persona que sabe lo que le costara el encontrar este equilibrio entre lo que somos y lo que reflejamos?... Todo se basa en una palabra, respeto.